Internet

Hoy en día el uso de Internet se ha extendido de forma increíble. Hay multitud de estudios sobre su penetración y su uso, pero ahora no voy a extenderme en este tema, quizás más adelante.

Cada día hay más personas que tienen una total dependencia de la red de redes. Ha supuesto el auténtico avance de la última década. La dificultad que había antes para el acceso a la información ha desaparecido, y casi todo está ahora a nuestro alcance a través de la World Wide Web. Siempre claro, hay que puntualizar que tampoco es la panacea y que hay que hacer un correcto uso de ella.

Quiero hacer un inciso sobre la cybercensura, que tan de moda se está poniendo en los últimos tiempos. Estoy hablando sobretodo de la polémica que se ha suscitado sobre el borrador del Anteproyecto de Ley de Impulso de la Sociedad de la Información, que pretende gracias (y menos mal que ya no está presente) al Sr. Pepe Montilla (ex ministro de Industria,...) un control sobre el contenido en internet por unos supuestos órganos administrativos, que a saber exactamente lo que quiere decir, pero nada bueno seguro. Se trata de uno de los enésimos intentos de dominar lo indomable. ¿O qué se creen? Todo esto en consonancia con las políticas ya conocidas de algunos países y empresas en contra de la libre disposición de información de los internautas. No hay que olvidar tampoco la presión indecente que entidades de poca honestidad están haciendo con el tema del canon y la persecución del p2p. De todas maneras lo más preocupante es que organismos públicos las apoyen, pues hacen un flaco favor al desarrollo de la sociedad de la información y la cada vez más importante brecha digital que sufrimos por estos lares.

No quería dejar de nombrar, pues he notado una gran preocupación en la gente que me rodea, el alarmante aumento del spam y de las actividades de phising y derivadas, todo encaminado a lucrarse a costa de los demás. Hasta hace no mucho esto era impensable, pues la tarea de los denominados hackers estaba, en su mayoría,encaminada a retar a los sistemas más fiables para probar las capacidades personales (nada lícitas de todas maneras, pero a mi entender de una ética menos reprobable).

Sin nada más que añadir de momento, hasta mañana.